¿Qué puede pasar en Cuba?
Fernando Ravsberg
BBC Mundo, La Habana
Con Raúl Castro se espera un gobierno más pragmático con un discurso ajustado a la realidad.
"No aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado ni de Comandante en Jefe", en esta frase se sintetiza la reflexión de Fidel Castro aparecida este martes en el periódico oficial del Partido Comunista, Granma.
Así se pone fin también a casi 5 décadas de gobierno fidelista en los que el Comandante -montado primero en un jeep ruso y después en un Mercedes Benz- dirigió los destinos de su nación "a viva voz y de cuerpo presente".
Fueron años en los que la presencia de Fidel lo llenaba todo, lo mismo dirigía sobre el terreno a sus tropas para enfrentar la invasión de Playa Girón, se metía en medio de un huracán o enseñaba por televisión a las amas de casa a cocinar los frijoles.
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Este día nace la Cuba post Fidel, un país que, sin embargo, se venía gestando desde hace meses en los debates políticos impulsados en todo el país por Raúl Castro, en los que la gente pudo criticar las deficiencias y proponer soluciones.
Época de cambios
Con el gobierno de Raúl Castro se ha inaugurado una época de mayor pragmatismo, un buen ejemplo es la agricultura, donde saldó la deuda con los campesinos, se aumentaron los precios que el Estado les paga por la leche y la carne y se comenzó a repartir tierras.
Termina una época, tanto en lo político como en lo personal para Fidel Castro, es una decisión valiente, los cubanos debemos saludar esta decisión y respetarla también
Manuel Cuesta, disidente socialdemócrata
También se percibe un liderazgo en el que el discurso parece más aterrizado a la realidad, lo demostró el pasado 26 de julio al reconocer que los salarios son insuficientes y aceptar que esa es la causa por la que se produce el robo.
A nivel internacional propuso a los EE.UU. iniciar un diálogo para solucionar el conflicto bilateral, aceptó abrir un espacio para discutir sobre Derechos Humanos con España (en este marco acaba de liberar varios presos políticos) y prometió firmar los protocolos sobre derechos ciudadanos de la ONU.
Pero tal vez lo más trascendental fue el debate político nacional donde 5 millones de cubanos expresaron "a calzón quitado" sus puntos de vista sobre el futuro de la nación produciendo 1,2 millones propuestas de cambio para el país.
Con toda seguridad el General Raúl Castro será electo Presidente del Consejo de Estado el próximo 24 de febrero, con esta acción el parlamento lo legalizará al frente del país, donde se encuentra de forma interina desde julio del 2006.
Es de esperar que ahora se profundicen los cambios, sobre todo si se tiene en cuenta que el propio Raúl expresó públicamente que existe un "exceso de prohibiciones" y agregó que estas provocan "más daño que beneficio".
Hay un grupo de medidas -reclamadas por la gente en los debates- que el Estado puede aplicar de inmediato sin graves problemas como son el acceso a los hoteles o la eliminación de las trabas burocráticas para viajar al extranjero.
Otras, mucho más de fondo, como la transformación de la agricultura, la reorganización de la producción, el sistema de propiedad, la doble moneda, los bajos salarios o la apertura a la inversión extranjera, llevarán sin duda más tiempo y análisis.
La disidencia opina
El disidente socialdemócrata Manuel Cuesta dijo a la BBC que "termina una época, tanto en lo político como en lo personal para Fidel Castro, es una decisión valiente, los cubanos debemos saludar esta decisión y respetarla también".
La mayoría de los cubanos no han conocido en toda su vida otro gobernante que Fidel Castro.
Agregó que "comienza una etapa de cambio gradual hacia la normalización de Cuba como país, hasta ahora Cuba ha vivido casi 50 años exaltada. Los cubanos tendremos la posibilidad a partir de ahora de encontrarnos a nosotros mismos".
Finalmente recalcó que "para la disidencia ya no es el desafío exclusivamente frente a lo que expresaba y representaba Fidel Castro sino que es un desafío hacia lo que quiere realmente la sociedad cubana, saber interpretar eso requiere sagacidad e inteligencia".
Fidel Castro está cumpliendo con las palabra expresadas el 17 de diciembre pasado cuando dijo que cedería el espacio a otros dirigentes, "mi deber elemental no es aferrarme a cargos ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes", escribió entonces.
Sin embargo, aun sin ningún cargo público, la figura del Comandante tendrá un peso enorme por lo que será necesario que, además de ceder su plaza, deje las manos libres a los dirigentes que se harán cargo del país.
Mariela, la hija de Raúl Castro, dijo a la BBC que "los cambios de un líder llevan también a cambios en la sociedad", pero tuvo mucho cuidado en aclarar que estas transformaciones se harán "cuidadosamente, respetuosamente".
Sin lugar a dudas los dirigentes a cargo de Cuba trataran de ser respetuosos con el hombre que dirigió los destinos del país durante 5 décadas pero la realidad es que la población presiona cada día más por cambios que mejoren su vida.
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