jueves, 6 de marzo de 2008

Ramón:
esto es lo que hablamos en la escuela (lo visité en el humilde colegio que promueve en Huanchaco con el apoyo de padres y madres de familia, y algunos samaritanos, hace como un mes). La educación del Perú debe cambiar radicalmente el modelo educativo. Primero, que no se permita el lucro. Segundo, que existan más vacantes en la universidades nacionales. Tercero, que las nacionales no se conviertan en un negociado con sus academias y colegios (en Trujillo 600 vacantes se las agarran abusivamente la CEPUNT que pertenece a la nacional). Cuarto, que los títulos profesionales se entreguen automáticamente y sin costo alguno tanto en las universidades nacionales como particulares. Quinto, que las universidades nacionales tomen los exámenes de acuerdo a la currícula del Ministerio de Educación y no como dices, haciendo exámenes en la fantasía de un burócrata que lo único que busca es complicar la vida a los pobres jóvenes que tienen tanta ilusión de ingresar. (Lamentáblemente de 6500 postulantes en Trujillo 6 mil quedan afuera y es su peor frustración, luego se ven obligados a caer en la boca del lobo de tantas universidades particulares).
Y tantas cosas más.
El Perú es el único país pobre donde nos damos el lujo de tener la educación más cara del mundo.
Los que manejan el gobierno tienen sus colegios y universidades particulares.
Pero como ya lo dije en el diario La Industria en una ocasión, la educación es una necesidad del pueblo y quien lucra con la necesidad del pueblo, es un inmoral.
Por eso Ramón estamos haciendo esta escuelita modesta (en Huanchaco) pero con grandes ideales de justicia social. Ademàs me siento muy mal porque también la Iglesia realiza dos cosas que no comparto: lucrar con la educación (porque en sus colegios Jesucristo jamás podría ingresar) y utilizar a los niños y jóvenes para su proselitismo político (Cristo jamás querría que le sigan con engaños y a la fuerza).
Un abrazo amigo,
Padre Víctor Hugo Tumba Ortiz